En un salón de fiestas infantiles existen áreas de juegos donde los niños se divierten y pasan las horas entretenidos, a la vez que los adultos también pueden pasar un buen momento, ya que no se deberán preocupar por los niños y su gusto por explorar.
                         
Estos salones cuentan con meseros atentos a los invitados desde el primer minuto hasta que se retira el último, por lo que el cliente solo dirige su atención hacia los demás invitados, disfrutando junto a ellos. Asimismo, la limpieza y la comida no resultan una preocupación para quien contrata un salón de fiestas infantiles.
                         
Los empleados aquí son expertos en la atención de niños, y también brindan los mejores consejos a los más grandes, recomendando y ofreciendo espectáculos, payasos, eventos, talleres y práctica de deportes, terminando por redondear un servicio completo y eficiente que queda en la memoria de los niños en forma muy positiva.